Es posible que ya hayas oído hablar del mindfulness, otra cosa es que sepas exactamente lo que es ya que, para empezar, existen multitud de definiciones: se habla de atención, tomar conciencia, aceptarse, focalizar nuestros sentidos, aumentar la curiosidad, tener una actitud sin prejuicios… aunque, en general, todas las definiciones giran en torno a «prestar atención a lo que se está haciendo en un momento dado».
También, a la hora de llevarlo a la práctica, existe confusión. Hay quien habla de dedicar un tiempo a la introspección, otros hablan de un ejercicio de concentración, para muchos es dedicar tiempo a meditar… En este sentido, podría parecer tanto lo que podrían hacer los monjes budistas como la relajación final de una clase de yoga.
Si bien es cierto que se deberían llevar a cabo investigaciones para dilucidar científicamente la eficacia de los tratamientos de mindfulness y emplear pruebas rigurosas para conocer sus límites y limitaciones, desde aquí, queremos darte algunos consejos:
- Céntrate en lo que estás haciendo e intenta abstraerte de lo que te rodea.
- No hagas demasiadas cosas a la vez. Realizar más de una tarea a la vez nos puede llevar a no hacer bien ninguna de ella y tener la sensación de estar sobrepasados.
- Descansa mentalmente. No se trata de ejercicios de meditación, simplemente desconecta del trabajo por unos minutos y vuelve de nuevo a la tarea.